El Breviario Negro de Ángel Olgoso

Breviario negro de Ángel Olgoso
Pixabay License

Recoge Ángel Olgoso en este Breviario negro 41 piezas de artesanía lunar. Relatos brevísimos, alguno de los cuales podría considerarse incluso microrrelato, pero cuya duración narrativa propende al infinito. Hemos de asumir que extensión y duración narrativa no son, en efecto, equivalentes. La brevedad de estas piezas se ve sobrepasada por la dimensión de exceso verbal que las circunda. No hablamos solo de la riqueza léxica desplegada por el autor, algo a valorar en época de anemia estilística como la nuestra, sino de todo acto de manipulación del lenguaje: desde la elección de los vocablos al fraseo rítmico, desde las imágenes súbitas a los paralelismos, desde el demorado regusto en las enumeraciones hasta los convólvulos de las oraciones compuestas. Todo coadyuva a generar una sobreabundancia verbal que atrae la atención sobre la propia materia y hechura expresiva de los relatos. Así, pues, el tiempo empleado en leerlos reverbera en la mente  y se duplica la intensidad emotiva asociada a la experiencia de lectura.

 

En lo temático, cabe destacar que la mayor parte de los textos pertenecen al género fantástico, explotado desde una óptica muy particular. De hecho, acaso un fragmento de uno de los cuentos («Lengua de madera») sirva como clave:

 

«Cuando las cosas se revierten con brusquedad, cuando se infringen normas establecidas por una costumbre de décadas, cuando se traspasa de modo accidental una línea, nos predisponemos al malentendido, al tallo roto, a la colisión de mundos».

 

Precisamente de esta forma procede el escritor: recreando singularidades que abocan a la colisión de mundos. La extrañeza camina al lado de la crueldad, lo insólito cotidiano al lado de la naturalización de lo inverosímil, el error y los acontecimientos abruptos que desvían la historia se entrecruzan y manan sus contingencias.

 

Breviario negro de Ángel Olgoso

 

La negritud aludida en el título se debe a la dimensión sombría que flota, cual espada de Damocles, sobre los relatos. Incluso el humor tiene su pizca de penumbra.

 

Ángel Olgoso, con sabiduría de araña, nos atrapa en estos lienzos oscuros. Breviario negro (finalista del premio Setenil 2015 al mejor libro de relatos) no solo justifica cualquier ponderación, sino que casi exige la inmersión reiterada en sus páginas.